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Literatura en Pina

CUNA VACÍA 27-4-1954 -Julia Delcazo-

CUNA VACÍA 27-4-1954 -Julia Delcazo-

Una extraña fuerza me sacude
Es la abuela con su mano arrugada
Por todos los años de trabajo
Apenas entra luz por la ventana

Apresuradas salimos de la casa
En sus manos un gran pañuelo blanco
La abuela empapa en él unas lágrimas
Mientras yo corro para seguirle el paso

De par en par la puerta de mi casa
El otro abuelo en un rincón sentado
Corro hacia él y apenas me saluda
Tan parlanchín y ahora tan callado

Mi padre en el corral haciendo leña
Con aquella hacha grande y tanta fuerza
Que deshace los troncos en astillas
Y por el aire vuelan su dolor y su rabia

Desde el patio un murmullo de voces
Se oyen todas a una, como si recitaran
Quiero subir, mi abuela no me deja
Con brusquedad me sienta en la gran banca

Yo la miro en silencio intimidada
Mientras ella barre los suelos de la casa
De pronto se oye el trajinar de mucha gente
Parece que unos suben y otros bajan

Y creyendo que es fiesta en mis cuatro años
A la abuela le pido impertinente
Como me hace mi madre los domingos
Para desayunar, chocolate caliente

“Para chocolate estamos”, contesta ásperamente
Yo me siento ofendida y enfadada
Y empiezo a llorar rabiosamente
Pidiendo a vos en grito “¡quiero ir con mi mama!”

Baja mi tía preferida
Cariñosamente me recoge en sus brazos
Me sube a la habitación llena de gente
Y todo me resulta muy extraño

La cuna está vacía
Una mesa vestida de blanco
Un querubín muy quieto sobre ella
En silencio y con los ojos cerrados

Las mujeres se acercan y lo miran
En una silla baja mi madre está llorando
Y llorando también me atrevo a preguntarle
“mamá, ¿yo lo he matado?”

Al oírme pronunciar esta pregunta
A mi madre se le abren los ojos como platos
Y sus llantos recrudecen con más fuerza
Mientras casi me hace daño con su abrazo

Y es que un día por la noche
De las muchas en que lloraba tanto
Para no despertar a mis padres
Despacito me levanté a acunarlo

Como no se callara yo imprudente
Su boquita tapé con mis dos manos
Asustada mi madre se levanta
Y me grita “has podido matarlo”

Mi padre aturdido la amonesta
Y protesta por las dos preocupado
“No grites, mujer, así a la chica,
Que la asustas y no ha sido para tanto”

Mi madre me besa con ternura y me dice
“No, cariño, que tu hermano nació muerto
Y el tiempo que ha vivido muy enfermo,
Sólo ha sido un milagro”

La cuna está vacía
Una mesa vestida de blanco
Un querubín muy quieto sobre ella
En silencio y con los ojos cerrados

Mi madre se levanta, me aúpa y me dice:
“Dale un último beso y dile adiós a tu hermano”
Me impresiona su quietud y su color nacarado
Aún así le digo adiós y le beso la mano.

1 comentario

Rafael Delcazo -

Es rarísimo ver Delcazos por ahí
Soy hijo de Rafael y nieto de Fabian